Aviso: posible post freaky
Quiénes me acompañaron al Congreso y a la intensa ruta turística por Barna, se dieron cuenta de cómo de peligrosa soy con una cámara de fotos en mi poder, sobre todo si es digital.
Cualquier rincón era bueno para inmortalizarlo pidiendo a guiris y ciudadanos que si eran tan amables de hacernos las fotos para que saliéramos todos. En otros casos no nos quedaba otra que autoabastecernos dados los sitios por los que nos metíamos (la cara del Parque Güell que pocos conocen).
Ahora viendo mi humilde reportaje me alegro de mi empeño con la cámara y, aún a riesgo de parecer una freaky, quiero compartir con vosotros una en especial: máquina expendedora de libros en un andén del metro.

He visto muchas cosas que puedes adquirir en máquinas como éstas, pero fue la primera vez que vi que sumnistraran libros y nos llamó la atención, qué le voy a hacer. Vengo de un sencillo lugar con un modesto aeropuerto donde no hay cincuenta y pico
gates ni, por supuesto, metro.
I Encuentro de Estudiantes para la Organización del Conocimiento
Es curioso ver cómo el trabajo de varios meses culmina en una presentación de apenas 20 minutos. Entre nerviosas e ilusionadas esperamos pacientemente que fuera nuestro turno. De las cinco comunicaciones, la nuestra fue la presentada en tercer lugar.
Creemos que todo marchó bien: conseguimos mantener la atención de los asistentes, involucrarles en nuestra exposición y, sin querer, sacarles un par de sonrisas que a mi juicio fueron tremendamente tranquilizadoras.
Coincido con Ana Extremeño, profesora de la
Universidad de Alcalá de Henares y moderadora, en que hubo un gran nivel en las distintas exposiciones. Además, se trataron temas completamente actuales y muy interesantes:
«No he encontrado nada. El usuario ante la necesidad de información: probables causas de la no recuperación de información», por Llúcia Boronat.
«Identificación de criterios de relevancia», por María del Mar Carrió.
«Proyecto de evaluación sobre las causas del abandono de los procesos de búsqueda de información», por Gemma Medina y
«Bibliotecas virtuales españolas: evaluación comparada de las interfaces de sus sistemas de recuperación de información», por eva de la Parra y Ricardo Parra.
Especialmente interesantes me parecieron las preguntas y el debate al que llegamos al término de las exposiciones. Sin duda y desde mi experiencia, pienso que es el momento en el que realmente todos conseguimos aprender de todos.
Desde aquí quiero aprovechar para felicitar al resto de compañeros por sus respectivos trabajos. Agradecer de nuevo a la
Organización del Congreso el ofrecernos la oportunidad de vivir esta experiencia y como no, dar las gracias a nuestro público por su atención y asistencia.
Por la tarde asistimos a la clausura del
Congreso y al refrigerio final en los jardines del edificio histórico de la
Universidad de Barcelona.
A partir de ese momento sólo nos preocupamos de disfrutar de la ciudad: visitamos el barrio gótico, el Parque Güell, las Ramblas, la Sagrada Familia, el Paseo Colón y la Plaza Catalunya. Todo eso en un día y medio explica y justifica nuestro cansancio, pero mereció la pena sin duda alguna.
La última noche Eli me preguntó si cambiaría algo del viaje. Me costó bastante pensar en algo que quitaría... hasta la odisea en el aeropuerto al día siguiente. Un poco más, y me quedo en tierra. Llegamos hora y media antes de mi salida. Terminé corriendo a más no poder por los interminables pasillos del Prat bajo la megafonía que me aseguraba en tres idiomas que era el último y definitivo aviso para los pasajeros del vuelo 1176. Supongo que las fechas a las que estamos en un aeropuerto como el de Barcelona, sumado a la falta de previsión de Iberia, provocaron el caos que vivimos quiénes intentábamos volar. Para colmo, el mensaje del comandante García no fue demasiado alentador: "Señores pasajeros, sentimos el retraso: se debe a problemas de seguridad con el avión". De hubiera gana le hubiera contestado: "Señor comandante, más vale tarde que nunca, tómelo con tranqulidad".
A lo largo de la semana intentaré colgar la presentación en Power Point. También aprovecharé para subir algunas
foticos en
mi página web.
En conclusión, creo que ha sido una experiencia muy positiva que no dudaría en repetir.